Identificarse como el hijo de alguien, es una carga que lo obliga a uno a trabajar de hijo.
Es un trauma. Como ocurre con los hijos de gente reconocida públicamente. Que no pueden superar la imagen paterna.
Pero a cierta edad hay que ser uno, y no hijo de.
Ser hijo de: Moira, Tato, Alfonsín o K, es un carma. Y si ellos se hacen conocer como hijos de, se transforman en apropiadores de apellidos. Son bastante hijos de puta. Usufructan ser hijo de, y dificilmente pueda ser alguien per se.
Hay casos de actores que lo parieron, y pudieron actuar en lo mismo, siendo ellos mismos. A veces el uso de otro nombre artístico los salvó.
Otros se salvan por no ser una descendencia afín, como Maradona. O siendo Brujitas o Pipitas que son grandes valores también, pero en diminutivo.
Después hay un especie de nieto, que es el hijo del hijo de puta. Ese creo que no se salva más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario