El fiscal Roberto Matheu ordenó que se suspendan los estudios de ADN que había solicitado para corroborar el origen de dos lechones de siete kilos robados a un productor de Río Primero, luego de que la madre de los animalitos los reconociera. El insólito episodio se había originado la semana pasada cuando Margarita Toledo denunció que le habían secuestrado dos chanchitos, en el marco de una investigación llevada a cabo por la Policía. La mujer, supuestamente dueña de los animales y sindicada como autora del ilícito, indignada por el episodio que la vinculaba, se presentó junto a su abogado en los Tribunales de Córdoba y exigió que se le practique un ADN a los cerdos para corroborar su procedencia. Finalmente, los estudios no fueron necesarios, ya que la chancha, propiedad del denunciante de Río Primero los reconoció y los amamantó. “Cuando fueron secuestrados los lechones, se los llevó al domicilio, se los ingresó al corral e inmediatamente fueron reconocidos por la madre. Los animales fueron amamantados al instante. El denunciante dice que si la chancha no los hubiera reconocido, no sólo que los habría rechazado sino que los hubiese hasta matado”, puntualizó el fiscal. Menos mal que la madre los reconoció, sino estariamos frente a un caso de lechoncidio.
Fuente. Cadena 3, de Córdoba
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