A los comentarios en el blog,
los llamo pastillas.
Porque son cortitos, de una docena de líneas, fácil de digerir.
Es como una pastilla que,
te la tragas o la escupís.
También la podés saborear, completando la reflexión a partir de un disparador. Esto depende de la inspiración del escriba, y de la coincidencia con el paladar del lector.
Escribir estas pastillas es un placer, que dan vida a las ideas que giran en la cabeza. Posiblemente curan alguna enfermedad anímica, pero como las otras pastillas que te recetan, te ayudan a vivir mejor.

No hay comentarios:
Publicar un comentario