Hoy pude almorzar

Lo bueno de un feriado en día de semana es, que se puede ver la magnífica Mirtha. Se puede almorzar con su compañía, y te muestra sus joyas, su ropa, sus cuadros, todo dorado, divino. De entrada me comí 35 minutos de publicidad dicha por ella. Fue tan cansador para todos, que hasta la Sra se tuvo que sentar para seguir con los chivos. Creía que solo había un espacio para la publicidad en las pausas. Los invitados un lujo, y la afanada diva sigue lamentándose de su robo. Pero no cumple con las recomendaciones de: Precaución, Prevención y Discreción. Siguiendo la ceremonia como una misa, exponen cada uno de los invitados. Y hay más chivos. Se demuestra que la argentina está bien pero está mal, desde el altar de lo correcto y deseable. Suerte que los invitados son solidarios y tienen una visión más amplia. Desde la mesa de la ostentación se habla de la pobreza, la educación, la desnutrición, buscando el perdón divino. La Presidenta de la mesa pide a los gobernadores y empresarios. Dios, que alto que se ve. Se presiona al gobierno. Cortes con mas publicidad, para vender joyas, oro. Mas chivos. Se termina el programa y esta crónica del bien dominante. Un lujo, y me voy a digerir el para nada grasiento chivo.