La xenofobia vuelve a aparecer, como ocurrió con Videla y Menem. Esto lo expresan directamente algunos dirigentes aprovechando algunas circunstancias. El enano fachista que todos tenemos dentro sale a relucir. Hace falta una actitud muy racional para compensar estas reacciones vicerales. La derecha recurre sistemáticamente a esto para atraer adeptos a sus filas. Estos fanatismos, confunden y discriminan. Para estos individuos no solo son extranjeros los bolivianos o paraguayos, sino también los mismos indígenas argentinos. Es un culto a la raza dominante. Es difícil la convivencia, cuando la sociedad no tiene en claro su pertenencia. Por suerte, estos últimos años se ha concientizado respecto a los pueblos originarios, y a nuestra pertenencia latinoamericana. Por lo cual no hace falta acusar a Macri y su gente de xenófobos, porque ellos mismos se autoincriminan con sus dichos.
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