Los apellidos

Aveces los apellidos nos dicen o advierten algo sobre las personas.
Tenemos una vocación extranjerizante, o mejor dicho, una devoción por lo extranjero. Un apellido complicado de pronunciar jerarquiza al individuo. Por ejemplo, una amiga no podía creer que el Primer Ministro de España se llame Zapatero, claro que si se llamara Schumacher sería mejor visto y mas rápido, si no sabemos que dicho apellido alemán significa zapatero.
De la Rua lo que menos tenía era calle, pero si se llamase van Straaten (de la calle en holandés) sería mas interesante, si lo sabré.
También los apellidos pueden esconder mensajes como el "hombre que finge": Fein(g)man en sus dos versiones, el bueno y el malo. También los Morales los hay buenos e inmorales. Hay apellidos que los te hacen grande como la chiquita Legrand, o Grondona. Perdón el Doctor Grondona, que si lo dice el doctor tiene otro valor, como las sentencias del Doctor Nelson T. Castro. A La Nata, ya nadie lo quiere por mala leche. También nos cuidamos de las Ruiz Guiña Surda, pero gira a la derecha (como el General), porque los fachos y los oli-garcas, siempre vuelven a las fuentes. Sigue la lista de los sospechosos como: Leu & Co, Van der Kooy ote, o el turco malo MAjuL.
Así podemos seguir buscando significados en los apellidos, como ese tío Balanzat que era muy equilibrado.