Orden de magnitud

Durante el rescate de los mineros chilenos un tema, que todos o casi todos, analizábamos era el costo de semejante operativo.
Los valores iban entre 5 y 15 millones de dólares. Pero también se analizabamos como se financiaba, si con aportes privados, o con la confiscación de los bienes de la mina, etc. Esa parecía nuestra real preocupación, sin que toque el bolsillo de ningún argentino. Pero nos preocupábamos del dinero ajeno.
Al mismo tiempo, nuestros legisladores pugnaban por el 82% móvil para los jubilados, y la discusión era sobre los mismos valores, algunos decían que eran 5 y otros 15 o más, pero de miles de millones de dólares. Si, mil veces más. Pero de la financiación ni noticias. Armamos un show mil veces más caro que el de los chilenos, pero sin discutirlo, ni preocuparnos. Era un problema ajeno. Posiblemente cuando se infla un globo, alcanza con que alguien lo pinche (o vete) para darnos cuenta que era todo aire.
Ese mismo orden de magnitud (de 1 a 1000), se puede encontrar entre las 33 vidas que desaparecieron, que se las tragó la tierra, y nuestros 30.000 desaparecidos que cuesta tanto encontrar, para que sean enterrados con dignidad.
Creo que tenemos un desorden de magnitud.