Un nuevo antecedente para el Cabezón.
En 1974 llegó a la intendencia de Lomas de Zamora, gracias a la organización terrorista de José López Rega, la Triple A, la revista que apoyaba el terrorismo de estado “El Caudillo” y la burocracia sindical de la UOM. En esos años el intendente era Pablo Turner, apoyado por la JP, cuando durante 1974 la patota de la UOM lo derrocó y colocaron en su lugar a un joven abogado que formaba parte de sus filas, de la patota sindical. Ese joven era Duhalde.
Durante su período la Triple A realizó “La masacre de Pasco” en la que asesinaron a nueve militantes peronistas que desarrollaban su trabajo en la zona en oposición a Duhalde, el intendente no electo. Más de 25 años después, en 2002, tras la caída de Fernando de la Rúa, repetiría la misma fórmula: detentar un cargo ejecutivo sin ganar la elección. No se puede negar la coherencia en la acción política de Duhalde a lo largo de su historia. Tampoco, el trazo grueso de su ideología. En 1974, aseguraba a la revista El Caudillo –de las Tres A– que “existe una masa minoritaria contagiada del infantilismo revolucionario, bien a las claras el General Perón ha puesto fuera del Movimiento a quienes se automarginaron del proceso”. Muchos de aquellos “automarginados”, a decir de Duhalde, engrosan las listas de los 30 mil detenidos desaparecidos, víctimas del terror militar.
Duhalde siempre supo manejarse bien con los medios. En su momento, lo mimó El Caudillo. Años después Clarín. En 1999, el día en que el ex gobernador bonaerense sería derrotado por De la Rúa, el diario de Héctor Magnetto hizo una curiosa descripción para registrar su primer paso por la intendencia: “También en 1974, en un marco más conflictivo y violento, su capacidad para convertirse en una especie de mínimo común denominador –y su perfil más técnico que militante– lo habían ayudado a llegar a la intendencia desde su cargo de concejal”. Nada de conspiraciones palaciegas.
Extraído del blog El aire libre y de Tiempo Argentino.
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